El lipoláser es el nombre con que se conoce a la liposucción asistida por láser. Este tratamiento se basa en la eliminación de los acúmulos de grasa persistente a través de la energía del láser. Se trata de una intervención quirúrgica que actúa primero licuando la grasa de la zona mediante el calor emitido por el láser para posteriormente aspirar dichos adipositos.
El efecto de calor que produce el lipoláser permite la retracción de la piel al mismo tiempo que la grasa se elimina. Por este motivo, el lipoláser ofrece una ventaja inigualable frente a otros tratamientos de eliminación de grasa. Esta ventaja es que esta técnica permite quitar la grasa a la vez que reafirma la piel. De esta forma, la piel no queda flácida tras el vaciado de los acúmulos grasos sino que se retrae y queda firme.
En cuanto al procedimiento, el lipoláser se realiza bajo anestesia local o general dependiendo de la cantidad de zonas a tratar. La intervención consiste en realizar una pequeña incisión a través de la cual se introduce una cánula de 2mm por la que pasará una fibra óptica con la energía de la luz láser que licuará la grasa de la zona tratada. Tras ello, se procede a la lipoaspiración de la grasa.
Este tratamiento también cuenta con otra ventaja además del tensado de la piel y es que reduce el sangrado de la cirugía. Además, las cicatrices del lipoláser son mínimas debido a que se trata de una técnica poco invasiva.
Tras la cirugía el paciente puede volver a su casa el mismo día. Eso sí, previamente deberá pasar las horas necesarias en observación hasta que el cirujano plástico le indique que puede irse a casa. Por este motivo se trata de una intervención ambulatoria y de corta duración, normalmente no excede las dos horas. Todas estas características hacen que la recuperación de esta intervención sea rápida y el paciente pueda volver a su rutina en 48 horas.
El lipoláser está especialmente indicado para la eliminación de los acúmulos grasos localizados. Esto significa que se trata de una técnica enfocada a la eliminación de la grasa acumulada en zonas difíciles. Por esta razón, se trata de un tratamiento de pérdida de volumen pero no es un tratamiento de pérdida de peso.
Los pacientes ideales para un lipoláser o lipoescultura láser son aquellas personas que desean eliminar grasa localizada de una o más zonas de su cuerpo y que no han podido combatirla mediante dietas y ejercicio. Además, se debe tratar de personas con menos de un 20% de sobrepeso en su organismo y, por supuesto, que no padezcan patologías. El tratamiento está contraindicado en embarazadas y en personas que padezcan patologías asociadas o bien problemas de vasculares. También está orientado a personas que tengan buena calidad de piel y no tengan un exceso de flacidez ya que la recuperación será mucho más rápida.
La lipoescultura láser o lipoláser puede aplicarse en diversas zonas del cuerpo como: